PARTE B: Reflexionar sobre la ESI en el ámbito educacional.

 

Desafíos de la Formación Docente y la Educación Sexual Integral

Todo proceso de formación implica deconstruir, construir y fortalecer la dimensión ética, política y sociocultural del/la estudiante docente en relación a la construcción de un saber, en el caso particular la Educación sexual con un enfoque integral. Es importante señalar, como expresa Graciela Morgade, que toda educación es sexual, es decir todas y todos hemos transitado procesos de formación en relación a la sexualidad humana, lo que pretendemos señalar es el enfoque integral que sostiene la Ley 26150 y que pone en tensión lo recorrido hasta la actualidad. En este sentido, las diversas áreas de estudio fueron ofreciendo diferentes perspectivas a través del tiempo, casi siempre fragmentadas, motivadas por diferentes intereses que aportaron visiones parciales, en oportunidades distorsionadas y a la vez, devaluando, desechando y/o jerarquizando, unos conocimientos por sobre otros.

En un recorrido histórico sintético se visualizan los aportes de la medicina desde una visión de patología infecciosa y la psiquiatría, los de la religión construyendo la culpa y enfatizando en la prohibición del placer, y desde la educación y las leyes, reforzando el control social desde un modelo de sociedad patriarcal. Desde una propuesta integral de la sexualidad Stella Cerutti entiende que (2017) “…la Educación Sexual Integral es un proceso vinculado estrechamente a la formación de las personas, que aporta elementos de esclarecimiento y reflexión para incorporar la sexualidad como una dimensión existencial, de forma plena, enriquecedora y saludable en todo el transcurso vital, en un ámbito de vigencia de los Derechos Humanos y la Equidad”. Y en el mismo sentido la autora señala la necesidad de la formación inicial docente cuando expresa que “se debería atender a la formación en EIS desde un espacio dinámico, enriquecedor y que aporte a la construcción de nuevas praxis y vínculos a nivel áulico e institucional con proyección en el ámbito comunitario en que está inmerso y en el que se proyecta biunívocamente”. Entonces si la ESI es un proceso de formación personal implica que la misma se considere en la formación docente inicial para dar paso al fortalecimiento de la misma.

Es importante señalar que, particularmente, la definición de la ESI como unidad curricular era una asignatura pendiente y una demanda de todos los sectores comprometidos en el fortalecimiento y en su consolidación como política pública de ampliación de derechos.